Al Ton del Son

domingo, 3 de febrero de 2013

Apagón final

Esa noche un detective moriría a manos de un mayordomo.

Entró a la habitación y se sentó frente al espejo. 

 " ¿Le sirvo mas té? " Repitió una y mil veces en su mente.

Se levantó de la silla y buscó la ropa. Mientras se bajaba el pantalón y buscaba con la mirada el otro, revivía la escena: 
" ¿Está seguro de que está muerto? Creo que se sigue moviendo "

Mientras se prendía la camisa: " El placer es mío detective

Se guardó el arma en el bolsillo especial del saco y se engominó el pelo. Se delineó los ojos frente a aquel antiguo espejo y se llenó la mano de anillos brillantes que el movimiento de sus dedos dificultaban.

"Hasta aquí ha llegado" Murmuró varias veces.

Luego de 20 minutos de espera, y en plena oscuridad, subió por aquellos escalones. Se topó con un telón, dió un respiro y entró al escenario.

Esa noche, un detective moriría a manos de un mayordomo.




Apagón final.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Viento!

En Otoño quiso barrer las hojas. Pero el viento las volvía a salvar como si fuera piedra libre y se desperdigaban por todo el patio.


En Invierno quiso lanzarle una bola de nieve a su amigo. Pero el viento no entendió que "los de afuera son de palo" y sopló tan fuerte que la deshizo en el aire.


En Primavera quiso sentarse a leer un libro tranquilo en la plaza. Pero el viento ansioso por conocer el final, insistía en voltear y cambiar la hoja siguiente.


En Verano quiso tirarse a dormir la siesta en la reposera. Pero el viento hiperactivo que estaba super entretenido desarmando el castillito de un chiquito de la sombrilla vecina, lo llenó de arena a diestra y siniestra.

Lo que nunca entendió es que el viento no se cansa nunca de jugar. Y es que el viento siempre busca alguna victima a la que pueda enseñarle algún juego nuevo, y nosotros, al no estar preparados para jugar con él,  no lo entendemos y simplemente lo odiamos por hacernos pasar un mal rato.


Al juego, y lo que representa en cada uno. A los DESATADOS  por el juego, como el viento todo el año.



lunes, 2 de julio de 2012

De llaves y llaveros.

El piso de madera me recibe como todos los días a las 7 de la tarde. Le doy dos vueltas a la cerradura y cuelgo las llaves en el llavero junto a la puerta. Ya en pleno invierno el frió se hace sentir, pero las paredes rojas y el calefactor eléctrico me ayudan a pasar el rato. Me hago un café. Tus llaves no están y hasta las nueve no vas a llegar.
A las ocho y media me pongo a cocinar. Corto, pelo, rayo, caliento y sirvo. Hace poco más de un mes, un haz de luz llenó mi departamento. Brilló. Cuando dijiste si. Cuando apareció en el baño tu acondicionador. Cuando apareció en la cocina tu Essen, y en la heladera un vino blanco dijo "acá estoy yo". Cuando en la pieza aparecieron tus pantuflas y en el balcón floreció un potus. Ahí supe que el departamento ya no me quedaba grande como antes, que ahora era justo. Justo para mi. Para los dos.
Pero son las 10 y media ya y vos todavía no apareciste. Y te llamo al celular y no me contestas. Y ahi el haz de luz en el departamento desapareció. Parece como si hubiera corrido la puerta de vidrio y hubiese saltado por el balcón, dejando como único testigo al potus inerte. ¿Te arrepentiste? ¿ Fue demasiado que haya usado tu toalla? ¿O haberte pedido que bajes vos la bolsa de la basura aquella vez? ¿Será que para vos el departamento es demasiado chicos para nosotros dos?. La cena se enfría.
¿Y que? ¿Que tiene que te haya usado la toalla? La mía todavía no se había secado y aparte fue una sola vez. Aparte lo de la basura era porque estaba engripado, tampoco te va a matar que bajes una vez las escaleras en tu vida a sacar la basura. Son 5 pisos solamente.
¡¿Sabés que?! Mejor para mi. Sería genial tener de vuelta el departamento para mi, y dejar ropa tirada por la pieza y no tener que lavar los platos inmediatamente después de comer. Si, ¡Eso! Mejor para mi.

La cerradura suena. Se abre la puerta y el piso de madera te recibe. Colgás las llaves al lado de las mías y me encontrás en el balcón arrodillado limpiando lo que queda del potus desparramado por el piso.
-Perdón que llegué tarde, pasé a comprar un vino así brindamos por el primer mes viviendo juntos. Que le pasó al potus?
-Nada nada, un haz de luz se escapó y se llevó puesto el potus. Pero volvió y el departamento brilla como nunca. Vení que calentamos la comida.

martes, 15 de mayo de 2012

Maldiciones de un lunes

Gris. El cielo gris cuando me asomé por la ventana, no me dijo nada. Las hojas que entraron por la puerta, cuando de repente se abrió, no me dijo nada. El viento que mi pelo despeinó cuando la vereda pisé no me dijo nada. Que no pasara ningún auto y que la calle haya estado partida a la mitad, no me dijo nada. Mi ropa roída y mis manos quebradas, no me dijeron nada. Que no haya Sol, ni nubes, ni cables, ni torres, ni gente, ni ruido, ni libros, ni veranos infantiles, ni chistes absurdos, ni perros pulgosos, ni barcos perdidos, ni vasos vacíos, ni guitarras tiradas, ni nada. Tu micrófono se apagó, y no me dijo nada.

domingo, 22 de abril de 2012

Match Point

Match Point para la Originalidad. Estaba jugando un muy buen partido. Tenia un saque imbatible, un revés excelso, un slide único, un globo inalcanzable; en fin era una campeona nata. La Originalidad estaba jugando un partido inolvidable contra el Olvido. El Olvido, a diferencia de la Originalidad, no tenía ni un buen saque, ni un revés extraordinario, ni un slide estupendo y mucho menos un globo inalcanzable. Él era uno más del montón, pero sin embargo venía superando todas las etapas anteriores. Nadie recordaba muy bien cómo, pero el Olvido había podido ganarle a cada uno de sus oponentes, y aunque no era en nada competencia para la Originalidad, esa tarde, él se había propuesto ganar.
Cuando la Originalidad estaba por sacar, el Olvido se apuró a gritarle "¡Hey! ¡Originalidad! ¡Que seas siempre original, ya no es original!". La Originalidad se había quedado helada. Tenía razón! En su afán de ser original, se había vuelto repetitiva, y lo repetitivo no es original.
No podía ser. Para demostrarle al Olvido cuan errado se encontraba, comenzó a jugar mal. Erraba sus saques como nunca nadie lo había hecho. Su revés y su globo eran irrepetibles e inimaginables, ¡pero sólo que de horribles! Empezó a jugar con los ojos cerrados, después saltando en una pierna, jugaba en cuatro patas y ¡hasta de espalda!. El Olvido aprovechó la ridiculez de su competidor para dar vuelta el partido, y para finalmente ¡conseguir ganarlo!.
El Olvido triunfal recibió su medalla, pero ya nadie le prestaba atención. Todos miraban a la Originalidad, que corría hacia atrás con la medalla puesta como si fuera una vincha, moviendo los brazos como intentando volar. La Originalidad en su afán de mantenerse fiel a si misma se había vuelto totalmente loca, pero la gente la miraba  como hipnotizada por tal espectáculo, y salió corriendo tras de ella, cuando  abandonó la cancha por una de las puertas de emergencia. En el medio de la cancha, el Olvido miraba, y con la medalla  todavía colgando de su cuello, atónita sin poder comprender qué acababa de suceder.

Esa tarde la Originalidad, que había perdido el partido, pasó a la historia; y el Olvido en cambio, bueno, en este momento... no recuerdo.