Esa noche un detective moriría a manos de un mayordomo.
Entró a la habitación y se sentó frente al espejo.
Entró a la habitación y se sentó frente al espejo.
" ¿Le sirvo mas té? " Repitió una y mil veces en su mente.
Se levantó de la silla y buscó la ropa. Mientras se bajaba el pantalón y buscaba con la mirada el otro, revivía la escena:
" ¿Está seguro de que está muerto? Creo que se sigue moviendo "
Mientras se prendía la camisa: " El placer es mío detective "
Se guardó el arma en el bolsillo especial del saco y se engominó el pelo. Se delineó los ojos frente a aquel antiguo espejo y se llenó la mano de anillos brillantes que el movimiento de sus dedos dificultaban.
"Hasta aquí ha llegado" Murmuró varias veces.
Luego de 20 minutos de espera, y en plena oscuridad, subió por aquellos escalones. Se topó con un telón, dió un respiro y entró al escenario.
Esa noche, un detective moriría a manos de un mayordomo.
Apagón final.